Escalofrío

Un patólogo obsesionado con comprender los efectos extremos del miedo lleva a cabo un experimento inquietante: intenta demostrar que los humanos pueden morir de puro terror por la acción de una criatura parasitaria que reside en la columna vertebral. Con tono clínico y determinación, estudia casos y reúne evidencia para afirmar la existencia de un ente al que denomina "The Tingler", responsable de provocar una sensación paralizante cuando el miedo no puede liberarse.

Según su teoría, ese ser se alimenta de la tensión psíquica y solo se mantiene a raya cuando la persona emite un grito liberador. Para poner a prueba su hipótesis elige a una mujer sorda y muda, incapaz de gritar ante el pánico, y explora los límites entre la ciencia y la crueldad. La imposibilidad de expresar el miedo lleva a situaciones cada vez más alarmantes, mostrando cómo el silencio puede convertirse en una trampa letal.

La película juega con la atmósfera y el sonido —o su ausencia— para crear suspense y desconcierto, mezclando elementos de horror clásico con una reflexión macabra sobre la experimentación humana. Su premisa simple pero perturbadora convierte el miedo en protagonista, ofreciendo momentos de tensión y una sensación persistente de amenaza que la sitúan como un ejemplo emblemático del cine de terror de finales de los años cincuenta.