The Kingdom of Dreams and Madness

Un retrato íntimo del corazón creativo de Studio Ghibli que acompaña a Hayao Miyazaki, Isao Takahata y Toshio Suzuki en el pulso diario del taller: bocetos, discusiones, pruebas de animación y largas sesiones frente a mesas de luz. La cámara penetra en el estudio sin artificios, mostrando tanto los momentos de euforia creativa como las dudas, las riñas amistosas y la rutina obsesiva que exige dar vida a cada fotograma. Es un viaje a un lugar donde el trabajo artesanal convive con la leyenda, y donde cada decisión artística tiene peso emocional.

La película alterna el seguimiento de dos proyectos monumentales en marcha —el último impulso vital de Miyazaki y la radical propuesta visual de Takahata— y revela las diferencias de método entre ambos maestros: el dibujo compulsivo y narrativo de uno frente a la experimentación pictórica del otro, mientras Suzuki intenta armonizar tiempos y realidades productivas. Se percibe la presión de los plazos, la fragilidad física y la pasión intacta por el oficio; la cámara capta desde trazos sueltos hasta las pruebas finales, pasando por conversaciones sobre la vida, la muerte y el propósito del arte.

El resultado es una crónica humana y sensible que trasciende al propio proceso técnico de la animación para hablar de compromiso, memoria y legado. Quienes la contemplen salen con una comprensión más profunda del coste emocional y la belleza del cine animado: no sólo por la magia que llega a la pantalla, sino por las manos cansadas y las voces lúcidas que la hicieron posible.