Yo, yo mismo e Irene

Charlie Baileygates, agente de la Patrulla Estatal de Rhode Island, convive con dos personalidades muy distintas: una apacible y bonachona, y otra imprevisible, agresiva y desinhibida. Cuando pierde su medicación, esas voces interiores empiezan a alternarse sin control, poniendo en jaque su trabajo y su vida cotidiana. La situación se desmadra aún más cuando ambas versiones de Charlie se enamoran de la misma mujer, Irene, lo que desencadena un peculiar triángulo amoroso dentro de un solo hombre.

La película mezcla comedia física, acción y momentos de ternura para retratar el caos que provoca esa lucha interna: persecuciones, malentendidos y escenas absurdas que rozan lo surrealista, junto a instantes de verdadera emotividad. Con ritmo trepidante y humor irreverente, la historia plantea, entre carcajadas, una reflexión sobre la identidad, el control y las consecuencias de perder lo que nos sostiene.