Un perro con suerte

Jack Morgan es un terapeuta canino que alcanzó la fama por supuestamente poder leer la mente de los perros, aunque en realidad no logra entender a los animales ajenos y mantiene su negocio sin confesar su incapacidad. Cuando los Mooney llevan a su perro y, al no obtener respuestas, el señor Mooney —amigo del alcalde— le exige explicaciones y amenaza con cerrar su negocio, la fachada de Jack se tambalea.

Entonces aparece Clyde Windsor con su perro Lucky y, para sorpresa de Jack, por primera vez consigue oír los pensamientos del animal. Aturdido y preocupado por lo que descubre, interrumpe la sesión y advierte a Windsor de que Lucky está inquieto por tres personas que conviven con él. A partir de ese momento, Jack se ve arrastrado a una mezcla de misterio y situaciones cómicas que pondrán a prueba su reputación y su propia valentía.