Un niño llamado Charlie Brown

Pobre Charlie Brown: no consigue volar una cometa, siempre pierde en el béisbol y sus inseguridades parecen hacerse aún más grandes cuando Lucy proyecta sus defectos en una pantalla para que todos los vean. Las niñas de su clase, entre consejos y mofas, no le ponen las cosas fáciles, y su autoestima queda constantemente a prueba ante las pequeñas humillaciones del día a día. A pesar de todo, la ternura y el humor de su mundo muestran a un niño que sigue intentándolo una y otra vez.

Contra todo pronóstico y desafiando las burlas, Charlie se presenta voluntario al concurso de ortografía de la clase... y acaba ganando. Ese simple triunfo, contado con calidez y comicidad, convierte la película en una fábula sobre la perseverancia, la amistad y la capacidad de superarse, ideal para público familiar que disfruta de personajes entrañables y momentos llenos de humanidad.