Una policía plantea a su exnovio un ultimátum imposible: o se infiltra y actúa como informante dentro de una banda de hooligans, o su hermano acabará en la cárcel. La oferta mezcla coacción y supervivencia, obligándole a escoger entre proteger a su familia y traicionar a quienes le conocen —o incluso a sí mismo— en un entorno marcado por la violencia, la lealtad y la desconfianza.
A medida que se adentra en el grupo, la frontera entre su papel y su identidad se difumina: se enfrenta a presiones morales, rituales de pandilla y un peligro constante que pone a prueba su entereza. El relato se convierte en un thriller tenso que explora los costes personales de la infiltración, la ambigüedad de la justicia y las consecuencias imprevisibles de tomar decisiones bajo amenaza.