Bert Kreischer vuelve a escena con su energía desbordante y su afán por convertir cualquier anécdota cotidiana en una fiesta cómica. Grabado en Cleveland, este espectáculo en directo mezcla historias sobre la paternidad, la vida familiar y las consecuencias de ser siempre el “party animal” de la sala, mientras el humor físico y las confesiones sin filtro mantienen al público riendo de principio a fin.
Con un tono honesto y desenfadado, Kreischer explora cómo el matrimonio y los hijos han transformado su caos habitual en situaciones tan hilarantes como reconocibles. Es un monólogo pensado para quienes disfrutan del humor autobiográfico y de la entrega total del comediante sobre el escenario, donde cada chiste surge de la combinación entre cariño, exasperación y mucho talento para contar historias.