En la penumbra húmeda de Borneo, Kéria encuentra a un pequeño orangután herido en la plantación de aceite de palma donde trabaja su padre y decide cuidarlo. Poco después llega su primo Selaï, que huye de la violencia que enfrenta su pueblo frente a las compañías madereras; juntos forman una familia improvisada alrededor del animal, al que llaman Oshi, y encuentran en él una razón para enfrentarse al silencio y la indiferencia que rodean la destrucción del bosque.
La película sigue su lucha íntima y colectiva: el vínculo entre los jóvenes y Oshi se convierte en acto de resistencia frente a la deforestación, la codicia empresarial y la pérdida de la memoria cultural. Con imágenes que alternan la belleza frágil de la selva y la crudeza de las máquinas, Savages (2024) explora el valor, la pertenencia y la urgencia de proteger lo que aún puede salvarse.