El cómico británico Russell Howard presenta un monólogo enérgico y autobiográfico donde desentraña la política contemporánea, la pornografía, las redes sociales y sus propias limitaciones con un humor incisivo y cercano. A través de anécdotas personales y observaciones agudas, Howard utiliza la autocrítica como herramienta para lampentear lo absurdo de la vida moderna sin caer en la misantropía.
Su estilo autoirónico y optimista convierte temas potencialmente ásperos en reflexiones accesibles y divertidas, manteniendo al público entre la risa y la complicidad. Recalibrando su mirada sobre la sociedad, ofrece una hora de comedia que entretiene y, a la vez, invita a pensar con una actitud positiva.