Una profesora divorciada comienza a experimentar celos intensos hacia todos los que la rodean: su hija, sus amigas e incluso los vecinos. Lo que al principio parecen sospechas pasajeras se convierte en una obsesión que altera su vida cotidiana, poniendo en jaque las relaciones más cercanas y su propia estabilidad emocional.
La historia sigue su descenso personal, mostrando cómo la inseguridad y el miedo a perder el control se traducen en comportamientos cada vez más erráticos. Con un tono que combina el drama íntimo y toques de ironía, la película explora temas como la identidad, la maternidad y el coste de la desconfianza, invitando a reflexionar sobre hasta qué punto los celos pueden destruir vínculos y la paz interior.