Trainwreck: Balloon Boy (2025) reconstruye el momento en que un platillo volador casero se eleva desde un patio y, según algunos, podría llevar a un niño de seis años en su interior. A partir de metraje casero, emisiones en directo, imágenes de helicópteros y registros de control aéreo, el documental sigue minuto a minuto la escalada del pánico nacional y la vorágine mediática que transformó un suceso local en fenómeno global. Testimonios de la familia, vecinos, periodistas y expertos en aviación y psicología social combinan con material de redes para ofrecer una cronología tensa y minuciosa.
Más allá del misterio sobre lo que realmente pasó, la película plantea preguntas incómodas sobre la relación entre espectáculo y verdad: cómo la prensa y las plataformas digitales amplifican rumores, cómo la audiencia busca narrativas fáciles y qué precio pagan los protagonistas cuando la atención se transforma en acusación. Con un tono inquietante y reflexivo, Trainwreck: Balloon Boy invita a reconsiderar la manera en que consumimos y construimos noticias en la era de la viralidad.