Un grupo de ganadores se reúne en una isla paradisíaca para participar en Mystery Island: Winner Takes All, un juego televisivo en el que deben resolver un asesinato simulado para llevarse el gran premio. Lo que empieza como una aventura llena de pruebas y cámaras ocultas vira rápidamente cuando uno de los empleados del evento aparece asesinado de verdad. La combinación de adrenalina, aislamiento y la promesa del premio convierte al paraíso en una trampa donde la diversión se disuelve en desconfianza y miedo.
Obligados a investigar entre ellos y con la producción bajo sospecha, los participantes descubren que cada uno guarda secretos capaces de destruir reputaciones y vidas. A medida que se desvelan alianzas, traiciones y motivos ocultos, la línea entre ficción y realidad se difumina: el juego ya no tiene reglas claras y nadie es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Con giros inesperados y un ritmo trepidante, la película plantea una reflexión sobre el precio del espectáculo y hasta dónde se está dispuesto a llegar por el premio.