Drazen

La película traza con intensidad la vida de Dražen Petrović, desde sus primeros tiros en las canchas de Croacia hasta su llegada y consolidación en la NBA. A través de escenas de entrenamiento, partidos decisivos y momentos íntimos con su familia y compañeros, se muestra la determinación de un jugador que rompió barreras culturales y deportivas, enfrentándose a la presión mediática y a la soledad del éxito en el extranjero. El relato combina el pulso del baloncesto con la biografía personal, destacando tanto su talento prodigioso como las contradicciones de una ambición que lo empujó siempre un paso más allá.

El tono de la película se sostiene en la humanidad del protagonista: sus relaciones, sus dudas y su capacidad de inspirar a una generación. La dirección y la banda sonora acompañan la evolución desde la iconografía balcánica hasta el brillo de las grandes noches en la NBA, culminando en un final que subraya la fragilidad de la vida y el impacto duradero de su legado. Más allá del deporte, el filme funciona como un retrato emocional de perseverancia, pérdida y memoria.