Un grupo de forajidos despierta tras un osado asalto a un tren para descubrir que su botín ha desaparecido. Lo que comienza como incredulidad pronto se convierte en un implacable interrogatorio: bajo el peso de la sospecha, cada hombre se convierte a la vez en acusador y en acusado, mientras el paisaje agreste y la ausencia de testigos estrechan el cerco. La tensión crece con cada palabra y mirada, y la camaradería que los unía se deshilacha entre mentiras, viejas rencillas y desesperación.
Aislados en una naturaleza sin piedad, los bandoleros luchan por limpiar su nombre antes de que la violencia estalle; alianzas temporales se forman y se rompen en un pulso constante por la supervivencia. La película explora la fragilidad de la lealtad y la rapidez con que el miedo puede convertir a amigos en enemigos, manteniendo al espectador en vilo hasta que se revele al verdadero ladrón.