Inseparables desde la infancia, Katie, práctica y segura de sí misma, decide llevar a su amiga codependiente Delaney a un viaje de chicas para anunciarle que se va a casar. Lo que debería ser un fin de semana de celebración se convierte en una sucesión de malentendidos, desastres cómicos y confrontaciones inesperadas que revelan fisuras en su relación y en las expectativas que ambas tienen sobre el futuro.
Entre confesiones a altas horas, situaciones embarazosas y momentos sinceros, la película explora con humor y ternura cómo la amistad se adapta —o se rompe— ante los cambios de la vida adulta. Es un relato sobre crecer, asumir nuevas responsabilidades y aprender a dejar ir sin dejar de quererse.