La película sigue la historia de Alexandre Daigle como símbolo de esperanza para un equipo y una ciudad necesitados de goles y seguidores; su llegada se presenta como la solución de cuento de hadas que iba a cambiarlo todo. A través de material de archivo y entrevistas, reconstruye el ascenso fulgurante que rodeó su carrera y la etiqueta de “elegido” que cargó desde sus primeros éxitos, mostrando cómo las expectativas públicas y mediáticas marcaron cada paso suyo.
Más allá del relato deportivo, el filme examina el coste humano de esa presión y la dificultad de encajar en un papel que otros escribieron para él. Entre triunfos, decepciones y la vida después de la fama, ofrece una reflexión sobria sobre el sueño, la ambición y las consecuencias de convertir a un joven jugador en la gran apuesta de una franquicia.