En Bye Bye Barry, la repentina desaparición de la superestrella de la NFL Barry Sanders en pleno apogeo de su carrera se convierte en un enigma íntimo y público: cuando estaba a punto de batir el récord histórico de yardas por tierra, subió a un avión con destino a Inglaterra y jamás volvió al terreno de juego. Veinticuatro años después, la película sigue a Barry mientras recorre de nuevo las calles de Londres, combinando imágenes de archivo, testigos y momentos presentes para desentrañar no sólo los hechos que rodearon su huida, sino las razones personales que le empujaron a abandonar todo lo que conocía.
El filme transita entre el thriller deportivo y el retrato íntimo, explorando la presión de la fama, la identidad y la necesidad de reconciliarse con el pasado. A través de su viaje por la ciudad —cafés, estaciones, recuerdos dispersos— emerge una reflexión sobre la construcción del mito mediático y la búsqueda de paz interior, dejando al espectador con una mezcla de respuestas y preguntas sobre lo que realmente significa desaparecer para volver a ser libre.