Una costurera se ve atrapada por su propio hilo tras robar un maletín en un ajuste de cuentas entre traficantes que sale mal. Lo que comienza como un acto desesperado para cambiar su vida se convierte en una red de mentiras, sospechas y deuda moral; las herramientas de su oficio —aguja, hilo y paciencia— pasan a ser tanto armas como trampas en un entorno donde cada movimiento puede ser el último.
La película despliega un juego de gato y ratón en el que cada decisión abre caminos opuestos: compasión o violencia, huida o sacrificio, redención o destrucción. Con una estructura que ramifica la narrativa, asistimos a cómo pequeñas variaciones generan destinos radicalmente distintos mientras la tensión crece y el pasado de los implicados aflora. Intensa y visualmente cuidada, Sew Torn explora la fragilidad de la moral y el precio de intentar rehacer el propio destino en un mundo sin garantías.